-Debate sobra la vigencia del Quijote: se cuestiona a los alumnos si piensan que es una obra que tiene validez hoy día: las reflexiones de Sancho, los sueños de don Quijote…
¿Conoces algún Quijote, en tanto que soñador de un “mundo ideal” en tu entorno?
¿Piensa que merece la pena vivir por los ideales de cada uno, hacer realidad los sueños, adoptar la forma de vida que uno cree adecuada y parecer un loco ante los demás?
¿Se deben vivir los sueños de cada uno a toda costa, aún causando perjuicio a terceras personas como fue el caso de don Quijote en el capítulo 8 que hemos leído?
¿Qué tiene don Quijote de cuerdo y qué de loco?
-Los alumnos deberán trabajar por grupos y elaborar una lista con los comportamientos cívicos que detectan en la lectura de las obras de Cervantes y que se han perdido o se conservan hoy día. Como por ejemplo: cortesía con las mujeres, aceptación de la diferencia en el trato personal según las clases sociales etc. En relación con la coeducación veremos el siguiente texto:
PARTE II. CAPÍTULO XLV
DE CÓMO EL GRAN SANCHO TOMÓ POSESIÓN DE SU ÍNSULA, Y DEL MODO QUE COMENZÓ A GOBERNAR
Por tierras de Aragón, don Quijote y Sancho son huéspedes de unos duques, que los retienen para burlarse de ellos. Una de sus bromas consiste en enviar a Sancho (a quien don Quijote ha prometido una ínsula o isla), como gobernador a uno de los pueblos de su señorío, haciéndole creer que es la “Ínsula Barataria”. Advertidos los vecinos de la burla, dispensan a Sancho una gran acogida. Después, lo llevan al juzgado para que dicte sentencia en los casos que se le vayan presentando. Pero sorprende a todos por el buen sentido con que falla. He aquí uno de los asuntos que debe juzgar.
Entró en el juzgado una mujer asida fuertemente de un hombre vestido de ganadero rico, la cual venía dando grandes voces, diciendo:
-¡Justicia, señor gobernador, justicia, y si no la hallo en la tierra, la iré a buscar al cielo!Señor gobernador de mi ánima, este mal hombre me ha cogido en la mitad dese campo, y se ha aprovechado de mi cuerpo como si fuera trapo mal lavado, y, ¡desdichada de mí, me ha llevado lo que yo tenía guardado más de veinte y tres años ha, defendiéndolo de moros y cristianos, de naturales y extrajeros, y yo, siempre dura como un alcornoque, conservándome entera como la salamanquesa en el fuego, o como la lana entre las zarzas, para que este buen hombre llegase ahora con sus manos limpias a manosearme.
-Aún eso está por averiguar: si tiene limpias o no las manos este galán-dijo Sancho.
Y volviéndose al hombre, le dijo qué decía y respondía a la querella de aquella mujer. El cual, todo turbado, respondió:
-Señores, yo soy un pobre ganadero de ganado de cerda, y esta mañana salía deste lugar de vender, con perdón sea dicho, cuatro puercos, que me llevaron de alcabalas y socaliñas poco menos de lo que ellos valían; volvíame a mi aldea, topé en el camino a esta buena dueña, y el diablo, que todo lo añasca y todo lo cuece, hizo que yogásemos juntos; paguéle lo suficiente, y ella, mal contenta, asió de mi, y no me ha dejado hasta traerme a este puesto. Dice que la forcé, y miente, para el juramento que hago o pienso hacer; y esta es toda la verdad, sin faltar meaja.
Entonces el gobernador le preguntó si traía consigo algún dinero en plata; él dijo que hasta veinte ducados tenía en el seno, en una bolsa de cuero. Mandó que la sacase y se la entregase, así como estaba, a la querellante; él lo hizo temblando; tomóla la mujer, y haciendo mil zalemas a todos y rogando a Dios por la vida y salud del señor gobernador, que así miraba por las huérfanas menesterosas y doncellas; y con estos se salió del juzgado, llevando la bolsa asida con entrambas manos; aunque primero miró si era de plata la moneda que llevaba dentro.
Apenas salió, cuando Sancho dijo al ganadero, que ya se le saltaban las lágrimas, y los ojos y el corazón se iban tras su bolsa:
-Buen hombre, id tras aquella mujer, y quitadle la bolsa, aunque no quiera, y volved aquí con ella.
Y no lo dijo a tonto ni a sordo; porque luego partió como un rayo y fue a lo que se le mandaba. Todos los presentes estaban suspensos, esperando el fin de aquel pleito, y de allí a poco volvieron el hombre y la mujer más asidos y aferrados que la primera, ella la saya levantada y en el regazo puesta la bolsa, y el hombre pugnando por quitársela; mas no era posible, según la mujer la defendía, la cual daba voces diciendo:
-¡Justicia de Dios y del mundo! Mire vuestra merced, señor gobernador, la poca vergüenza y el poco temor deste desalmado, que en mitad del poblado y en mitad de la calle me ha querido quitar la bolsa que vuestra merced mandó darme.
-Y ¿háosla quitado?-preguntó el gobernador.
-¿Cómo quitar?- respondió la mujer- Antes me dejara yo quitar la vida que me quiten la bolsa. ¡Bonita es la niña! ¡Otros gatos me han de echar a las barbas, que no esté desventurado y asqueroso!¡Tenazas y martillos, mazos y escoplos no serán bastantes a sacármela de las uñas, ni aún garras de leones: antes el ánima de en mitad en mitad de las carnes!
-Ella tiene razón- dijo el hombre-, y yo me doy por rendido y sin fuerzas, y confieso que las mías no son bastantes para quitársela, y déjola.
Entonces el gobernador dijo a la mujer:
-Mostrad, honrada y valiente, esa bolsa-. Ella se la dio luego, y el gobernador se la volvió al hombre , y dijo a la esforzada y no forzada:
-Hermana mía, si el mismo aliento y valor que habéis mostrado para defender esta bolsa mostrárades, y aún la mitad menos, para defender vuestro cuerpo, las fuerzas de Hércules no os hicieran fuerza. Andad con Dios, y mucho de enhoramala, y no paréis en toda esta ínsula ni en seis leguas a la redonda, so pena de doscientos azotes. ¡Andad luego digo, churrillera, desvergonzada y embaidora!
Espantóse la mujer y fuese cabizbaja y mal contenta, y el gobernador dijo al hombre:
-Buen hombre, andad con Dios a vuestro lugar con vuestro dinero, y de aquí adelante, si no le queréis perder, procurad que no os venga en voluntad de yogar con nadie.
El hombre le dio las gracias lo peor que supo, y fuese, y los circunstantes quedaron admirados de nuevo de los juicios y sentencias de su nuevo gobernador.
Se comentará la actuación de Sancho, así como la forma en la que se trata a la mujer.
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